martes, 16 de noviembre de 2010
Harry Potter, el niño que vivió, el adolescente que vive.
lunes, 4 de octubre de 2010
Los Viciosos Círculos
Por: Adrián!
Para escribir la columna de esta semana tuve que recurrir a la internacional Wikipedia, que me chismeó que “El karma” es una energía que se deriva de los actos de las personas.
Sin duda el concepto de “El Karma” se inicia con algunas religiones, pero a final de cuentas, y lo que diré es una opinión muy personal, el conocimiento de la vida y de las cosas que este mundo guarda, no se queda en los templos y quizás con diferentes palabras, un mismo concepto aparece en diferentes partes.
Isaac Newton, físico inglés que impactó al mundo con sus conceptos, publicó 3 leyes del movimiento que después de siglos de constantes cambios y descubrimientos, se mantienen más que vigentes.
Especialmente Newton decía en su tercera ley: “A cada acción, corresponde una reacción, de igual magnitud, pero en sentido contrario”. Lo anterior se aplica a los objetos en movimiento, pero si vamos un poco más allá podemos encontrar similitudes con lo que postula la ley de “El Karma”.
Continuando con lo que informa Wikipedia, encuentro que “El Karma” habla de reencarnaciones y que cada una de ellas está condicionada con los actos que las personas realizaron en vidas pasadas.
Esta cuestión me lleva a preguntarme, ya no ¿Qué será de mi? Sino más bien… ¿Qué fue de mí? ¿Dónde es que estuve o que es lo que hice? ¿A quién conocí? Y ¿A quién desconocí?
Sin duda las preguntas aumentan en su complejidad y como parece, las respuestas creo no van a llegar…
Ante la frustración que esta clase de conocimiento me provoca, tengo que continuar observando lo que la enciclopedia en línea me proporciona.
El origen de la palabra “Karma” viene de la lengua sánscrita que significa algo como lo siguiente: “Karman” quiere decir acción y que a su vez tiene su origen en la raíz “Kri” que significa: hacer.
Hacer o dejar de hacer… Aprender para hacer o Aprender para dejar de hacer.
Si comienzo a recopilar las palabras que se han juntado hasta este momento, parece como si caminase por el mundo y la única brújula que tengo parece absolutamente desorientada. Un paso adelante en la dirección correcta y de pronto ¡Zaz! La brújula cambia su norte para el lugar opuesto… Reoriento mi camino y ahora ¡Zaz! De nuevo el norte ha vuelto a cambiar… Y sigo reorientando mis pasos, en busca de un objetivo, quizás de un destino. Pero el norte cambia tan constantemente, que me doy cuenta de que solo he dado vueltas en círculos todo este tiempo.
¿Son los círculos unos viciosos que me dejan sin camino? He perdido tantas veces mi orientación que ahora creo me encuentro perdido en un desierto de leyes karmáticas que desconozco en su totalidad.
Finaliza la primera parte de la información de “El Karma” proporcionada por Wikipedia con lo siguiente: “El Karma” se interpreta como una ley cósmica de retribución, o de “causa y efecto”. “El Karma” es una creencia que prevalece en doctrinas como: El budismo, el hinduismo, el yainismo, el ayyavazhi y el espiritismo.
¿Quieres que te sea sincero? La verdad es que no entiendo nada… Creo la única certeza con la que cuento es que he vuelto a perder… Sí, una vez más vuelvo a perder contra unos fantasmas kármaticos… He vuelto a perder frente a mí mismo, frente a unas acciones que no me quedan del todo claras y por más que busco un oasis, me encuentro con la arena, con el sol que me quema, con la desesperación y con el desconsuelo de volver a perder mi ilusión.
Para finalizar, se me viene a la mente una de mis canciones de la infancia… En aquella lejana etapa no escuchaba canciones infantiles, sino que tenía por objeto, aquellas canciones que mi hermano mayor le gustaba escuchar…
Recuerdo en este preciso instante de mi vida una canción de Joaquín Sabina, llamada “¿Quien me ha robado el mes de abril?”
Y así me siento ahora… Como si me hubieran robado el mes de abril… Me lo robaron del cajón, donde guardo el corazón y ahí mismo donde unas leyes de “El Karma” me condenan eternamente a dar vueltas en círculos… ¡Viciosos círculos!
lunes, 27 de septiembre de 2010
Los viciosos círculos…
Después de una sesión de café me da por pensar… Mirar a la ventana y pensar que sería de las cosas si fueran diferentes. Si lo complejo tuviera una cara oculta que lo convirtiera todo en algo más sencillo. Pero creo firmemente en que lo sencillo guarda su grado de complejidad.
El tiempo transcurre sin sentirlo y al final, Einstein afirmó que el tiempo es relativo, que sólo es algo que no existe más allá de una unidad pegada al espacio.
En alguna biblioteca debe existir el libro a todas las respuestas. Aquél ejemplar que conozca tu vida y sus porqués y consecuencias. Aquel voluminoso libro que hable de ti y de mí, de una historia común, de un pasado que se torna nubloso, de un presente que se entrelaza y de un futuro que parece incierto.
Sería interesante saber que alguien lee mi historia, que capítulo tras capítulo mi vida se torna interesante a través de los enredos que dibuja mi mente a en un cuaderno rayado.
Después de todo… ¿Que es un ser humano dentro de toda la universalidad? ¿Qué es una historia dentro de las millones de historias que se viven segundo tras segundo? Ser un gusano de seda dejando estelas de si mismo mientras los hilos se entretejen dejando una tela de historia, de convivencia, de alegrías agrias y dulces sin sabores.
Todos los secretos se esconden en lo más sencillo y hasta lo que piensas que es algo básico, contiene un entramado complejo de explicaciones llenas de empirismo.
La mirada se pierde y regresa en la ventana. Un sonido hace acercarme o perderme nuevamente en mis abstracciones.
Y así una sesión de café… Una tranquila sesión de café se convierte en un mapa de la complejidad, no del mundo sino de lo que hay dentro de mí. De mis ideas de lo que el mundo es y su ubicación en un universo desconocido. El solo pensar que se desconoce al universo infinito, me lleva a repasar en todas aquellas cosas que nunca se me ocurrirán, pero que tanto anhelo.
¿Dónde estará la hebra, esa pequeña hebra de la bola de estambre que al tomarla empieza a develar un camino de certeza, de confianza, de madurez y que se antoja como trascendencia?
¿Es que todos pueden encontrar la hebra personal? O ¿Es que todos perseguimos metas que se vuelven meras ilusiones y que al alcanzarlas, solo es un paso más dentro de una montaña sin una cima conquistable?
Al calor del café con Bimbuñuelos, se me da muy bien pensar en que lo más básico de la vida, puede tornarse en inalcanzable.
¿Serán las fuerzas suficientes para mantener la frente en alto y mirar al horizonte que siempre será inalcanzable? En la antigüedad los hombres perseguían el fin del mundo, imaginando una tierra plana. Era su convicción y su poder. Cuando se descubrió la redondez terrestre el hombre tuvo que aceptar que nunca alcanzaría el fin del horizonte, porque el horizonte mismo siempre iba a existir fuera de su alcance.
Quizá la solución a todo consista en dejar de anhelar… En no necesitar las cosas externas, para así no depender de un impuso exterior para vivir.
Cierro mis ojos y siento que todo está bien… Los abro y todo me crea incertidumbre…
La pregunta final ¿Dónde radica la verdadera vida? Es adentro donde aparentemente no se vive o en la incertidumbre donde todos creen vivir… Una respuesta que esta fuera de las posibilidades de un café con Bimbuñuelos.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Jorge de los Reyes, Un actor por Convicción
Hace ya unos meses, por ahí de un día marcado surgió la oportunidad, por necesidad, de tener un acercamiento con un actor; escritor de closet y por azares del destino, administrador de un restaurante. Jorge de los Reyes y yo (con la ayuda de un primo), pudimos concretar una cita por ahí de la una de la tarde en Novo’s, el restaurante que administra ubicado en la colonia Coyoacán.
Tras un saludo efusivo, tomamos asiento en aquella mesa para 4 ubicada al fondo y contra la pared, ordenó un vaso extra, se puso cómodo y más que listo y dispuesto a responder una serie de preguntas como habíamos acordado. “Bueno, a ver, qué quieres que te platique”, expresó fijando sus expresivos ojos verdes en el mesero que postraba su orden sobre la mesa. Fue así como, tras el ligero incidente provocado por mi falta de conocimiento para activar la función de grabadora de voz en el celular, comenzó esta entrevista.
Jorge de los Reyes se ha dedicado al teatro prácticamente toda su vida. “No sé por qué, pero siempre supe que lo supe”, es así como responde a: ¿Cuándo supiste que querías hacer teatro? Y es que es difícil encontrar un punto exacto siendo que lleva trepado en los escenarios desde su juventud en su natal Torreón, en el teatro de su escuela, hasta hoy en día, siempre y cuando, encuentre un guión que llene sus expectativas y necesidades.
Se sonroja un poco cuando confiesa que su género favorito a interpretar es la comedia, porque es su reto más grande. Se le dificulta mucho representar este tipo de personajes por su propio temperamento, caracterología, su temple e incluso, en sus palabras, por su estructura corporal: “yo tengo más cara del malo que de chistoso”, y a pesar de ser lo que más trabajo le cuesta, también es lo que más le gusta porque los retos son lo que más le llama la atención al actuar.
Actualmente Forma parte de la Compañía los Endebles, Administradores del Teatro La Capilla desde hace 11 años, teatro que comparte la fachada con su restaurante.
martes, 17 de agosto de 2010
CINE: COMO PERROS Y GATOS. LA VENGANZA DE KITTY GALORE.
Pues la misma pregunta me hice yo en uno de esos tantos días en los que no hay nada en que pensar y la mente comienza a divagar; resulta que mientras mi mente divagaba, me encontraba revisando mi correo electrónico y de repente vi un e-mail que me había enviado mi buen y genial amigo “Príncipe”, el cual trataba de una invitación a ver Como perros y gatos 2, La venganza de Kitty Galore, esto me causo mucha risa porque parecía una extraña coincidencia pero aun así acepté asistir a dicha función.
En fin, Como Perros y Gatos 2, La venganza de Kitty Galore promete, para sus seguidores ser una aventura divertida y entretenida, pues en la guerra entre perros y gatos que parece no tener fin sucede algo que lo cambiará todo y eso es gracias a una gatita llamada Kitty Galore.
Resulta que esta minina tiene un plan malévolo para vengarse de todos aquellos que le hicieron daño; el problema es que este plan malévolo no afecta solo a los caninos sino que a los gatos también, provocando que estos dos bandos se unan y peleen en contra de la malvada gata y poder destruirla pues de esa alianza también depende la vida de los humanos.
lunes, 16 de agosto de 2010
PUNTOS CARDINALES
Es una cuestión de números que se vuelven letras, que penetran en los sentidos y que se vuelven sentimientos.
domingo, 8 de agosto de 2010
PUNTOS CARDINALES
Old Fashion TV
La brújula de aquél día me había llevado hacia el norte más próximo donde me pude refugiar. La sala de espera parecía un lugar que escapaba a la cada vez más acelerada carrera del tiempo buscando el futuro.
Todo parecía indicar que los relojes se habían detenido, aunque el tic tac de un viejo reloj indicara completamente lo contrario.
Sin duda una sala de espera se convierte en el mejor laboratorio de la creatividad humana. Un espacio donde la expectativa es el común denominador y la paciencia es un ingrediente esencial.
Es por lo general en las salas de espera donde se me ocurren las ideas más geniales a los problemas más estúpidos. Es donde me gana la risa de imaginarme diálogos graciosos en situaciones inoportunas. Es donde mi mente va y viene; divaga y regresa para recordar el motivo que me tiene sentado en una silla de madera algo incómoda.
Miraba el piso de un mosaico en imitación granito, que parecía tener toda la vida ahí. Huellas de macetas inexistentes dejaban su rastro. El óxido de un viejo bote metálico se apreciaba en uno de los rincones. Había viejas cortinas en color blanco, eso sí muy limpias, que se encontraban corridas en la parte izquierda de la pared. Pesadas cortinas de una gruesa tela, que me recordaban las que había en mi salón de quinto año de primaria.
El color verde pistache de una de las paredes, me llevaba en un recorrido en retroceso a las tendencias de los años setenta. En el techo había un plafón enorme de con un par de focos que repartían una luz amarilla a toda la habitación, esto daba un toque de melancolía, que se convertía en la cereza de un pastel perfecto para la fotografía de una de esas revistas que se venden en los puestos de periódicos de publicaciones atrasadas y que les dicen a las amas de casa como pueden invertir su tiempo en eufemismos culinarios.
Frente a la hilera de sillas donde estaba, había un televisor, creo que era lo más moderno que tenía ese espacio. El volumen era bastante bajo para ser lo suficientemente insignificante para prestarle atención. Las imágenes en movimiento que desprendía aquél aparato, remitían a una vieja película del cine mexicano.
Después de mucho rato en que mi mente viajó a mundos increíbles, recordó que había que pagar el banco, me contó chistes a mí mismo, cayó en desesperanza por el tiempo perdido y se alegró de eludir otros compromisos por estar ahí… Después de agotar todos los recursos contra el aburrimiento, terminó por aceptar que no había más que hacer, tan solo esperar a que mi turno llegara…
Fue en ese momento, cuando ya no había más, cuando el silencio de mi mente se estableció; fue ahí donde la película vieja e insignificante entró a mi vida… Lo confieso, lo primero que me atrajo fue lo que mi sentido del oído percibió…
“Cuando vuelva a tu lado, no me niegues tus besos. El
amor que te he dado, no podrás olvidar. No me preguntes nada, que nada he de
explicarte. Que el beso que negaste, ya no lo puedes dar”.
Quizá el adormecido sentido de la cursilería, se despertó en ausencia de mis otros agotados sentidos. Quizá era que simplemente me había enajenado del ambiente retro y ya no había más que hacer… tan sólo unirme a esa melancolía viviente.
Tuve la impresión de que esa era la letra más maravillosa y exquisita que había escuchado en mucho tiempo. Era una canción realmente tan bien construida e interpretada, que saltó a mi atención como una joya en medio de un basurero.
Cuando terminó esa estrofa, mi ser se lleno de impaciencia por conocer el resto de la interesante canción…
Y en efecto, la música seguía con todo y su fascinante letra. Mi mente no la olvida y decía exactamente…
La canción terminó en ese fragmento de la película. Lo que sucedió después en la trama, ni siquiera lo recuerdo. Mi mente y mi atención, al igual que el tiempo en esa sala de espera, se detuvieron. Todo lo que tenía en mis sentidos se quedo anclado a esa última frase: “Une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.“Cuando vuelva a tu lado y esté sola contigo, las cosas
que te digo no repitas jamás. ¡Por compasión! Une tu labio al mío y estréchame
en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.
Era la mejor frase de amor que alguien le podía decir al ser amado. Es una expresión altamente cursi si se aísla de su contexto, pero era más que genial, era digna de ser recordada en la historia del tiempo como la mejor frase célebre en una escena de amor.
Imaginaba la secuencia de la película “La dolce vita”, sí aquella famosa e inolvidable secuencia en la Fontana de Trevi, cuando los personajes de Marcello Mastroianni y Anita Ekberg se encuentran adentro de la fuente… Imaginaba que los diálogos originales se borraban y en su lugar Anita le decía a Marcello “Une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.
¡Ah! Que sublime hubiera sido esa escena con ese diálogo insertado justamente ahí. Y culminada la secuencia con el beso de ambos en medio de la Fontana de Trevi.
Mi cursilería rebasaba los niveles de lo permitido. ¡Lo sé! Pero hay veces que en lo viejo hay belleza. Hay ocasiones que lo antiguo puede atraerte por la misma razón que la gente lo aborrece. Porque en todo lo vintage, hay algo que captura nuestra atención, ya sea para dirigir una agria crítica ó para insertar un sublimado elogio.
Ahí comprendí que el pasado tiene su encanto y que hurgando en los apolillados archivos de lo arrinconado, se pueden encontrar elementos con una estética admirable.
¡Sorprendente! Fue entonces que me di cuenta que lo Old Fashion siempre estará de moda.