¿Alguna vez te has preguntado cómo sería la vida si fuéramos animales, algo así como perros y gatos?
Pues la misma pregunta me hice yo en uno de esos tantos días en los que no hay nada en que pensar y la mente comienza a divagar; resulta que mientras mi mente divagaba, me encontraba revisando mi correo electrónico y de repente vi un e-mail que me había enviado mi buen y genial amigo “Príncipe”, el cual trataba de una invitación a ver Como perros y gatos 2, La venganza de Kitty Galore, esto me causo mucha risa porque parecía una extraña coincidencia pero aun así acepté asistir a dicha función.
En fin, Como Perros y Gatos 2, La venganza de Kitty Galore promete, para sus seguidores ser una aventura divertida y entretenida, pues en la guerra entre perros y gatos que parece no tener fin sucede algo que lo cambiará todo y eso es gracias a una gatita llamada Kitty Galore.
Resulta que esta minina tiene un plan malévolo para vengarse de todos aquellos que le hicieron daño; el problema es que este plan malévolo no afecta solo a los caninos sino que a los gatos también, provocando que estos dos bandos se unan y peleen en contra de la malvada gata y poder destruirla pues de esa alianza también depende la vida de los humanos.
Este filme es una buena idea para pasar un buen rato y porqué no, también para reírse como niños.
Es una cuestión de números que se vuelven letras, que penetran en los sentidos y que se vuelven sentimientos.
En mi mente creo recordar que siempre hui de los problemas. El sólo toparme con una barrera cerebral, hacía que mi paciencia se agotara con prontitud y que los pensamientos comenzaran una danza por los más variados tópicos, descubriendo que tarde o temprano me olvidara de mi sufrimiento ante la impotencia intelectual.
Me alejé de las matemáticas pensando que mi vida sería más fácil si me olvidaba de la existencia de Pitágoras y su teorema; de los problemas de la física y su gravedad; ante la química orgánica y el spin de un electrón.
Opté por dedicarme a las humanidades. Después de todo que tan difícil podía ser estudiar al ser humano… Era subjetividad al cuadrado, lo que estaba a punto de encontrar.
Mientras más avanzo en el correr de los años y de la existencia, me doy cuenta de que la vida es absolutamente matemática, que no hay nada que un número no pueda responder y al final existen formulas para todo.
Te sonará extraño, pero en uno de mis eternos viajes al centro de ninguna parte, me topé con el espacio escultórico de la Ciudad Universitaria. Fue ahí donde un hombre de edad madura en plenitud, se nos acercó para darnos la explicación de tan complejas construcciones arquitectónicas. Después de develarnos el secreto que los picos que rodean al espacio circular de formas irregulares en la piedra, dejadas por la erupción terrestre, se referían al mismo cráter del volcán Xitle, que dio origen a los pedregales del sur de la ciudad; después de su explicación, el hombre nos dio la fórmula del amor…
¡Demonios! ¿Por qué tenía que empezar a llover? Y la precipitación impidió que conociera la fórmula para conseguir un corazón.
Dicen que la razón es una y los sentimientos algo totalmente diferente. Pero creo que es parte de un todo. Al final, como dice Ignacio, personaje de la película EFECTOS SECUNDARIOS: “Todos somos una estadística esperando suceder”. ¿Cuál será la estadística en la que me encuentro? ¿Será acaso en la de los hombres rapados por pura voluntad? ¿Será en la de las personas con vicios excéntricos? ¿Será en la de los seres comunes y corrientes con ideas egocéntricas?
Mi vida es una ecuación con múltiples variantes y distintos grados de complejidad. En el que cada una de las incógnitas se convierte en un aspecto no resuelto dentro de mi existencia.
Estoy resuelto a publicar un anuncio en el aviso oportuno que diga: SE BUSCA GUIA ESPIRITUAL, DE PREFERENCIA DE PROFESIÓN FÍSICO-MATEMÁTICO, QUE ME AYUDE A ENCONTRAR LA SOLUCIÓN A LA ECUACIÓN DE MI VIDA.
Sabiendo de antemano que no habrá experto que pueda resolver cuestiones inherentes a una personalidad que se descubre día a día, creo guardaré mi dinero en vez de invertirlo en un anuncio infructuoso. Pero confío en que en algún momento podré encontrar el número que se convertirá en la llave que abra las puertas de mi supervivencia. Sé que en algún momento dejaré de formular preguntas para atender las respuestas.
Y al final como dijo el hombre de edad madura en el espacio escultórico, podré encontrar la fórmula del amor y descifraré sus más escondidos secretos. Lo haré, tarde o temprano, lo haré…
Mientras tanto me dejaré disipar por los números que me desorientan y me desesperan, tratando de encontrar una calculadora que se adecue a mis intensos lanzamientos vitales y que comprenda que la impulsividad no es una imprudencia, sino la juventud desbocada que lleva como timonel mi necesidad de trascendencia.
Old Fashion TV La brújula de aquél día me había llevado hacia el norte más próximo donde me pude refugiar. La sala de espera parecía un lugar que escapaba a la cada vez más acelerada carrera del tiempo buscando el futuro.
Todo parecía indicar que los relojes se habían detenido, aunque el tic tac de un viejo reloj indicara completamente lo contrario.
Sin duda una sala de espera se convierte en el mejor laboratorio de la creatividad humana. Un espacio donde la expectativa es el común denominador y la paciencia es un ingrediente esencial.
Es por lo general en las salas de espera donde se me ocurren las ideas más geniales a los problemas más estúpidos. Es donde me gana la risa de imaginarme diálogos graciosos en situaciones inoportunas. Es donde mi mente va y viene; divaga y regresa para recordar el motivo que me tiene sentado en una silla de madera algo incómoda.
Miraba el piso de un mosaico en imitación granito, que parecía tener toda la vida ahí. Huellas de macetas inexistentes dejaban su rastro. El óxido de un viejo bote metálico se apreciaba en uno de los rincones. Había viejas cortinas en color blanco, eso sí muy limpias, que se encontraban corridas en la parte izquierda de la pared. Pesadas cortinas de una gruesa tela, que me recordaban las que había en mi salón de quinto año de primaria.
El color verde pistache de una de las paredes, me llevaba en un recorrido en retroceso a las tendencias de los años setenta. En el techo había un plafón enorme de con un par de focos que repartían una luz amarilla a toda la habitación, esto daba un toque de melancolía, que se convertía en la cereza de un pastel perfecto para la fotografía de una de esas revistas que se venden en los puestos de periódicos de publicaciones atrasadas y que les dicen a las amas de casa como pueden invertir su tiempo en eufemismos culinarios.
Frente a la hilera de sillas donde estaba, había un televisor, creo que era lo más moderno que tenía ese espacio. El volumen era bastante bajo para ser lo suficientemente insignificante para prestarle atención. Las imágenes en movimiento que desprendía aquél aparato, remitían a una vieja película del cine mexicano.
Después de mucho rato en que mi mente viajó a mundos increíbles, recordó que había que pagar el banco, me contó chistes a mí mismo, cayó en desesperanza por el tiempo perdido y se alegró de eludir otros compromisos por estar ahí… Después de agotar todos los recursos contra el aburrimiento, terminó por aceptar que no había más que hacer, tan solo esperar a que mi turno llegara…
Fue en ese momento, cuando ya no había más, cuando el silencio de mi mente se estableció; fue ahí donde la película vieja e insignificante entró a mi vida… Lo confieso, lo primero que me atrajo fue lo que mi sentido del oído percibió…
“Cuando vuelva a tu lado, no me niegues tus besos. El
amor que te he dado, no podrás olvidar. No me preguntes nada, que nada he de
explicarte. Que el beso que negaste, ya no lo puedes dar”.
Quizá el adormecido sentido de la cursilería, se despertó en ausencia de mis otros agotados sentidos. Quizá era que simplemente me había enajenado del ambiente retro y ya no había más que hacer… tan sólo unirme a esa melancolía viviente.
Tuve la impresión de que esa era la letra más maravillosa y exquisita que había escuchado en mucho tiempo. Era una canción realmente tan bien construida e interpretada, que saltó a mi atención como una joya en medio de un basurero.
Cuando terminó esa estrofa, mi ser se lleno de impaciencia por conocer el resto de la interesante canción…
Y en efecto, la música seguía con todo y su fascinante letra. Mi mente no la olvida y decía exactamente…
“Cuando vuelva a tu lado y esté sola contigo, las cosas
que te digo no repitas jamás. ¡Por compasión! Une tu labio al mío y estréchame
en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.
La canción terminó en ese fragmento de la película. Lo que sucedió después en la trama, ni siquiera lo recuerdo. Mi mente y mi atención, al igual que el tiempo en esa sala de espera, se detuvieron. Todo lo que tenía en mis sentidos se quedo anclado a esa última frase: “Une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.
Era la mejor frase de amor que alguien le podía decir al ser amado. Es una expresión altamente cursi si se aísla de su contexto, pero era más que genial, era digna de ser recordada en la historia del tiempo como la mejor frase célebre en una escena de amor.
Imaginaba la secuencia de la película “La dolce vita”, sí aquella famosa e inolvidable secuencia en la Fontana de Trevi, cuando los personajes de Marcello Mastroianni y Anita Ekberg se encuentran adentro de la fuente… Imaginaba que los diálogos originales se borraban y en su lugar Anita le decía a Marcello “Une tu labio al mío y estréchame en tus brazos y cuenta los latidos de nuestro corazón”.
¡Ah! Que sublime hubiera sido esa escena con ese diálogo insertado justamente ahí. Y culminada la secuencia con el beso de ambos en medio de la Fontana de Trevi.
Mi cursilería rebasaba los niveles de lo permitido. ¡Lo sé! Pero hay veces que en lo viejo hay belleza. Hay ocasiones que lo antiguo puede atraerte por la misma razón que la gente lo aborrece. Porque en todo lo vintage, hay algo que captura nuestra atención, ya sea para dirigir una agria crítica ó para insertar un sublimado elogio.
Ahí comprendí que el pasado tiene su encanto y que hurgando en los apolillados archivos de lo arrinconado, se pueden encontrar elementos con una estética admirable.
¡Sorprendente! Fue entonces que me di cuenta que lo Old Fashion siempre estará de moda.
A finales del siglo XIX, específicamente en 1890, el escritor irlandés Oscar Wilde publicó “El Retrato de Dorian Gray”, novela que a través de los años se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura de occidente.
Consecuencia de una obra memorable, es que traspase las fronteras de lo literario y pueda incrustarse en formas de expresión tan diversas, entre las que se encuentran: las puestas teatrales, las telenovelas y el cine.
Y es en este 2010 que llega a las pantallas cinematográficas la historia que escribió Wilde hace más de 100 años. Si no tienes idea de cuál es el contenido de la historia y solo tienes la vaga imagen de que Dorian era un personaje que le gustaba la jovialidad y que tenía un retrato famoso, tienes mucho más que conocer de la historia.
Dorian Gray, que en este filme es interpretado por el actor Ben Barnes, es un joven que regresa a la casa de su abuelo fallecido, ubicada en la cosmopolita ciudad de Londres. Con una fortuna en sus manos, un carisma inigualable y una belleza física que atrae múltiples miradas, puede decirse que tiene todo en sus manos.
Dorian cuenta con un amigo, el pintor Basil Hallward, interpretado por Ben Chaplin, que se encuentra fascinado por su belleza, es entonces que decide crearle un retrato al óleo donde pueda inmortalizar la apariencia física de su amigo. Cuando el cuadro es terminado y Dorian puede admirar su belleza desde afuera, es que pronuncia unas palabras que marcarán su vida, en ellas expresa que si tan sólo fuera el lienzo el que perdiera la belleza con los años y el pudiera conservarla, daría lo que tuviera para que eso fuera una realidad.
Posteriormente, en una de esas fiestas de sociedad, es donde Basil le presenta a un personaje que se situará en un lugar trascendente en esta historia, el noble inglés Lord Henry Wotton, caracterizado por el actor Colin Firth. La relación entre Dorian y Lord Henry se vuelve muy cercana, a tal grado que las ideas nihilistas de Wotton impactan de tal forma a Dorian Gray, que podría decirse que cambian su forma de apreciar el mundo. Antes un joven con ideas bondadosas, se transforma gradualmente en un ser con pocos prejuicios y mucha hambre de aprender de la vida y sus placeres.
Es durante esta etapa de transición que Dorian conoce a una joven actriz de belleza única, ella de nombre Sybil Vane e interpretada por Rachel Hurd-Wood. Entre ellos sucede un rápido romance, lo que hace pensar a ambos que el amor a primera vista es algo que existe en el mundo terrenal. Pero son las ideas y los nuevos mundos que Henry Wotton muestra al joven a Dorian, que lo hacen cambiar de opinión y su perspectiva de un amor sincero se convierte en algo que lo esclaviza y lo limita en sus placeres, por lo que decide terminar de forma abrupta en su relación con Sybil.
Este trágico hecho lleva a la actriz a tomar la decisión de terminar con su vida. Al enterarse de la noticia, Dorian se da cuenta de forma casi fortuita que algo en el retrato, hecho por su amigo Basil, ha cambiado; se da cuenta que su belleza no se transforma y que sus perversiones no dañan su físico, pero en cambio se ven reflejadas en esa pintura. El Retrato de Dorian Gray, más que un espejo físico, se convierte en el espejo de su alma.
Posteriormente a este descubrimiento es que Dorian decide ocultar a los ojos del mundo su retrato, para evitar que los ojos escrutadores de la sociedad inglesa puedan ignorar lo que su conciencia grita.
Y si quieres conocer el desenlace de esta historia, puedes acudir a partir de este viernes 6 de Agosto a cualquiera de los complejos cinematográficos para ver EL RETRATO DE DORIAN GRAY.
La historia que veremos en el cine es una adaptación, más o menos apegada a la novela creada por Oscar Wilde y aunque hay datos que cambian entre la novela y la versión cinematográfica, puedo decir que al final te vas a encontrar un buen producto y que además de entretenerte, te mantendrá al filo de la tensión y la incertidumbre en varios momentos.
Las actuaciones son bastante respetables, así como la ambientación y el vestuario. La dirección estuvo bajo la batuta de Oliver Parker.
Finalmente me despido diciendo que es recomendable esta opción para lanzarte al cine en tu próxima oportunidad.
Paulo Coelho, escritor brasileño, publicó en el año de 1998 su novela “Verónika decide morir” (Verónika decide morrer) , que pronto alcanzó la categoría de Best Seller.
Es que para este 2010 se presenta la versión llevada a cine de esta novela, protagonizada por Sarah Michelle Gellar, a la que recordamos por su trabajo más exitoso en su papel de Buffy Anne Summers, en la serie de televisión Buffy, la cazavampiros.
La adaptación a la pantalla grande corrió a cargo de Larry Gross y Roberta Hanley, mientras que la dirección estuvo bajo la batuta de Emily Young. La historia comienza con el personaje de Verónika, una joven profesionista que podría decirse, que al menos en apariencia, tiene todo lo que desea; un buen trabajo, un sueldo envidiable, una vida que parece prometedora… Sin embargo no es lo que ella hubiera deseado como su ideal. Una profunda insatisfacción rodea su vida y hace que los éxitos materiales carezcan de sentido.
Es entonces que al llegar a su casa en una noche de lluvia, decide ingerir una cantidad de pastillas considerables para ponerle fin a su vida sin sentido. Oportunamente es encontrada momentos después de su ingestión, por lo que es llevada inmediatamente al hospital. Es ahí donde debatiéndose entre la vida y la muerte, Verónika es salvada.
Después de transitar por un prolongado estado de coma, Verónika recobra el conocimiento y es donde conoce al Dr, Blake, el cual le informa que sus padres han decidido internarla en un hospital psiquiátrico para su rehabilitación y recuperación, pero que el episodio trágico aún no ha terminado, ya que debido a su ingesta de medicamentos de forma indiscriminada, ella ha sufrido un daño irreversible en su organismo, lo que ha provocado que su vida pueda terminar en cualquier momento.
Durante su estadía en el hospital psiquiátrico, es que Verónika, ante la desesperanza de ese diagnóstico mortal, busca la forma de terminar con su vida de una forma definitiva, pues si al fin y al cabo va a morir, ella prefiere que sea lo más pronto posible.
Sn embargo es en este sitio donde ella conoce a Edward, interpretado por el actor Jonathan Tucker; el cual es un joven enfermo mental que después de un accidente automovilístico donde pierde la vida su entonces novia, deja de pronunciar palabra alguna y se comporta como un autista donde solo es él y su mundo. Es este acontecimiento lo que da un vuelco en la vida de Verónika y es precisamente en el mayor momento de oscuridad, donde aparece la mejor esperanza. Con el amor tocando a sus puertas, pero con la amenaza cada vez más cercana de una muerte inesperada es que Verónika tiene una última oportunidad…
Esta historia con un final que deja un mensaje francamente alentador y reflexivo, se estrena este viernes 6 de Agosto.
VERÓNIKA DECIDE MORIR, película que cuenta además con las actuaciones de Erika Christensen, Florencia Lozano, Melissa Leo y David Thewlis.
Si te han gustado los libros de Paulo Coelho, debes ver esta versión de uno de sus más exitosos títulos.
Saludos, despedidas, presentaciones... por SCARLET
Con la melancolía a full, muy posiblemente por la tonalidad monocromatica y nublada que cubre este lluvioso verano, me ha dado por reflexionar sobre historias alternas y cuentos inconclusos.
La ventaja de ellos, es que su final sigue siendo como la esencia del Adios: Sólo una promesa.
Nada tan ambivalente, tan esperanzador y doloroso...
Ni la daga más filosa deja una herida tan profunda como aquella ocasionada por una separación fortuita de amantes eternos.
Hondando en su significado me topé con varios origenes, siendo clave el resmido por la Real Academia de la Lengua Española, que lo define como la contracción de la expresión A Dios.
Con los pies sobre ese origen y la mente saltando en nubes claras divago.
El Adieu fránces, me es tan románticamente trágico! Aunque eso si, no tan apabullante como el Alvida hindu. Sin duda, el más vulgar me parece el ingles que no deja de ser únicamente un alentador recordatorio de un posible retorno. Y el que me he negado a repetir al momento de que mi camino se separa del de algún ser que enmarca mi vida es el de mi propia lengua:
Adiós, que no es sino una promesa perpetua
A todo esto, ¿porqué usar este espacio pensando en despedidas, cuando todo parece indicar que se acerca un verdadero parteaguas e inicio de un ciclo totalmente diferente? Y más aun ¿cómo iniciar un encuentro de los que espero sean muchos, dejando la presentación al final?
Simple.
Los verdaderos inicios sólo se dan a partir de la nada.
Leyendo y re leyendo letras alucinantemente alucinadas, la mayoría de mi autoria no dejo de sorprenderme de la velocidad con la que cambia el sentir, el pensamiento y la percepción de las personas.
Me considero algo más que un ente dispar de ideas extremas , emociones densas y esclava de su sentir. Libre de mente y cautiva de realidades contrastantes e imaginarias. Escritora de almas, tejedora de humo, una niña anciana que juguetea con memorias futuras.
Así pues me presento bajo el nombre del color de la sangre al atardecer: Scarlet, a sus ordenes.
Ya con los nombres escritos y las promesas consagradas, retomo un poco el tema del adios, disculpandome si acaso por el revoltijo de ideas que al explotar suelen confundir mi nada recta linea de pensamiento. Espero en verdad nos logremos acostumbrar al libre flujo de lineas (anuncio a veces indiscretas) que nos pondran en contacto.
Con algunos naipes revelados en tan coqueto inicio, no quiero dejar pasar más tiempo sin plasmar mi impresión de las despedidas. Porque realmente no se sabe cuando se dará aquella más extensa que amenaza con parecernos dueña del siempre.
Quiero compartir con usted ocioso lector algo que luego de tanto y tan poco justo mientras escribia esta nada humilde columna, reflejó mi sentir de los inicios y finales, y es justamente aquel saber universal de que:
"El destino es la promesa de seguir y el mañana el pretexto para continuar."
Amor y Dulzura. Fuerza y Coraje. Cuatro puntos cardinales con los que navega… Por calles y ciudades Sin saber de nombres Nunca está perdido, siempre está ubicado donde ésta se encuentra…
¿Te has preguntado alguna vez si tu vida es real ó si es parte de una canción? En algunas ocasiones me ha pasado que de acuerdo a ciertas etapas de la vida por las que he transitado, me identifico con alguna canción, ya sea por alguna frase ó porque la totalidad de la historia se refleja mi alma, tal como lo hacía el famoso retrato que poseía Dorian Gray, personaje ficticio creado por Oscar Wilde.
Precisamente hablando de canciones es que tengo que hacer referencia a una banda de rock mexicano; Café Tacvba, fue creada en el año de 1989. En aquel legendario año cuando cae el Telón de Acero y el Muro de Berlín. Hechos que marcaron simbólicamente la recta final del siglo XX y preparaban a los habitantes del planeta para lo que sería la entrada de un nuevo milenio. En ese año se juntaron Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, así como Joselo y Enrique Rangel, en ese momento creo ni ellos mismos se imaginaron que 20 años después serían la banda más importante del rock nacional.
Precisamente Café Tacvba sacó en el año 2003 su álbum CUATRO CAMINOS, quinto álbum de estudio, en el cual la banda dedica el nombre su producción a la hoy desaparecida, plaza de toros y centro de espectáculos conocido como: “El toreo, de cuatro caminos”. Cerca de este lugar era donde la banda solía ensayar antes de que la fama llegara a sus vidas. Cuatro Caminos también se refiere a las cuatro formas particulares de pensar de cada integrante de la banda, y el punto donde se juntan esos caminos es en la música y, por supuesto, en las excelentes canciones.
El track número 10 de ese álbum, pertenece a una rola que no le había tomado sentido cuando la escuche por primera vez. Son de esas cosas para las cuales no tienes la atención o no estás preparado para recibirlas en el momento en que pasan por tu vida, pero que cuando transcurre el tiempo, cobran relevancia porque tuviste tal o cual experiencia ó simplemente porque en ese instante te llegaron al fondo de tus sentimientos. Así fue para mí, el track número 10 de ese álbum.
La pregunta obligada… ¿A qué canción me refiero? Está bien, revelare el nombre; la canción se llamaba PUNTOS CARDINALES. La segunda pregunta obligada: ¿Cuándo cobro la relevancia en mi vida, puesto que no lo había hecho en su primer contacto con mi persona? Bien, la fecha no la recuerdo, pero el momento sí. Fue una tarde en la que estaba mirando la tele, cambiando de canales de forma frenética hasta que me estacioné en uno que se dedica a transmitir videos musicales. Terminaba uno y estaba a punto de comenzar el siguiente, fue cuando empecé a escuchar sonidos provenientes de un teclado, los primeros acordes se hicieron presentes y lo que me transmitían me gustaba absolutamente. Y lo que terminó de atraparme fue el video en sí.
¿Cómo describirlo? Todo se desarrollaba en una especie de cuartos de paredes grises, con techos luminosos y cuyo piso estaba compuesto por un césped mullido de color verde. En cuartos separados se encontraba cada uno de los integrantes de la banda, tocando la canción. Las tomas intrépidas daban una sensación de dinamismo. En dichos cuartos aparecían objetos digitalmente creados que giraban y se movían atrapando mi atención. Los colores estridentes hacían aun más interesante el panorama. En cierto punto los cuatro integrantes se encontraban en un solo cuarto interpretando la rola, mientras son rodeados por los mismos objetos citados.
Finalmente el video me pareció muy interesante y lo busque posteriormente en el You Tube. Seguí escuchando la canción y me encantaba ese toque melancólico que podía percibirse de una forma por demás sutil.
Quizás mi momento melancólico por el que me encontraba se identificó con la canción que ya había escuchado, pero que hasta ese instante me enganchó. El caso es que desde ahí, la canción PUNTOS CARDINALES cobró una importancia radical en el Soundtrack de mi vida.
Los puntos cardinales por los que navego se convierten en un espacio donde confluyen las ideas, donde hay coincidencias de las cosas; un espacio donde me pongo a reflexionar acerca de las cosas de la vida. Por eso esta columna que escribiré los lunes se llamará así… PUNTOS CARDINALES.
Justamente con PUNTOS CARDINALES deseo dar la bienvenida a una nueva etapa de la vida de este Lavablog de El Lavadero, donde algunos ciudadanos que al igual que yo son gustosas de la tarea de escribir, realizarán una colaboración semanal a través de una columna que aparecerá en estos terrenos virtuales.
Aprovecho la oportunidad para agradecer a dichas personas, a las que muy pronto podrás encontrar en esta dirección, por su colaboración y apoyo a este espacio.
Así mismo estimado lector, si a ti te gustaría también escribir en este sitio, simplemente ponte en contacto con nosotros en el correo lavaderoresonancia@hotmail.comy con gusto puedes convertirte en columnista de este Lavablog de El Lavadero.
Sin más por agregar y pidiéndote que nos encontremos todos los lunes aquí mismo, te invito a que veas el video de PUNTOS CARDINALES, de Café Tacvba.